Situado a 15 min en coche de Luarca este hotel se encuentra en una ubicación única, desde donde se puede ver todo el Valle y cómo no los tres cabos que le dan nombre al hotel ( Cabo Busto, Cabo Vidio y Cabo Peñas).
El hotel está dividido en dos bloques , el primero y principal donde se encuentran diferentes habitaciones, el restaurante y las zonas comunes, en el otro bloque todo en planta baja algo más nuevo se encuentran más habitación y entre ellas una habitación adaptada.
Lo que más nos llamó la atención de este hotel fue la posibilidad de cenar en él ya que al estar algo apartado se agradece sobre todo los días de mal tiempo y no tener que salir fuera a cenar, deciros que cenamos las dos noches que estuvimos hospedados en él y fueron una cenas de 10, comida tradicional de la zona con un tono muy muy hogareño, los desayunos incluidos en el precio también fueron espectaculares. Ah!!! se me olvida, las vista desde el restaurante son aluciannnnntes.
Fuera del edifico hay una zona reservada con parking privado para huéspedes con piedra rodada que no es muy cómoda para la silla pero la verdad que fue un fallo nuestro ya que nos comentaron que tiene una zona reservada justo en la entrada para aparcar y poder andar con la silla ya en suelo firme. Al segundo día no fallamos 🙂 .
La habitación adaptada en líneas generales está bien, quizá es un poco justa la zona de la cama pero con posibilidad de hacer cualquier cambio si lo necesitábamos. Las vistas desde la habitación son impresionantes, los amaneceres y esas vistas increibles.
El baño está bien adaptado tanto en tamaño como en equipamiento, en la imagen los podéis apreciar.
Por último es un hotel super recomendable ya que conjunga la cercanía a Luarca con la tranquilidad de encontrarse en medio del monte y poder desconectar.
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