Este hotel está situado a las afueras de Ribadesella apenas a 5 min en coche y 20 minutos caminando del centro del pueblo.
El hotel está dividido en dos zonas: por un lado el Hotel y por el otro el Spa que aunque pertenece al hotel funciona como un elemento diferente. El hotel también dispone de un restaurante: Las terrazas de Sardalla, hay que informarse de la disponibilidad del restaurante en función de la temporada.
La habitación adaptada se encuentra en la primera planta justo al lado de la salida del ascensor, cosa que se agradece.
Fuera del edificio, justo al lado de la entrada hay una zona de carga y descarga que no está permitido aparcar , aunque no existe indicación nos comunicaron que dejaban aparcar a personas con PMR, el parking oficial del hotel se encuentra en uno de los laterales pero como he comentado al poder aparcar en la misma puerta de la entrada está genial.
La habitación adaptada en líneas generales está bien, es amplia y con amplia zona para dejar la maleta que se agradece mucho, la habitación tiene una puerta para salir a un mini jardín privado aunque el acceso tiene un peldaño muy poco o nada accesible. Eché en falta enchufes en las mesillas, bueno, más enchufes en general, solo uno en uno de los lados.
El baño es amplio y está bastante bien adaptado tanto en tamaño como en equipamiento, en la imagen podréis apreciarlo mejor, quizás habría que optimizar alguna de las barras para hacer la transferencia.
Un hotel muy recomendable en líneas generales y ubicado en un lugar muy tranquilo. Uno de los días previa reserva aprovechamos para darnos un masaje en el Spa.
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